A
continuación, vamos a examinar uno de los primeros casos que dieron el
pistoletazo de salida a ese resurgir de las apariciones ovni que
comentábamos en la entrada anterior. Sucedió en Llodio (Álava), el 14
de noviembre de 1974. La Gaceta del Norte, del domingo 1 de
diciembre, publicó un extenso artículo sobre el avistamiento. El
titular, en primera página, de la noticia decía: OVNIS SOBRE LA REGIÓN.
Básicamente, la crónica contaba que varias personas vieron, entre las 11:30 y las 11:45 de la noche, “un objeto brillantísimo de tipo discoidal”, un ovni con forma de “plato boca abajo”
inmóvil sobre la fábrica Villosa. Según un observador (señor Antón) era
del tamaño de un coche. Según el otro observador (señor Luengo) tenía
unos 40 metros de diámetro. Después de un cierto tiempo, se desplazó
vertiginosamente y volvió a quedarse inmóvil. Luego desapareció en
dirección a Oquendo. La observación duró varios minutos y, según el
diario, se efectuó desde varios ángulos.
a) Desde las viviendas “Francisco Franco” (actualmente Oketa).
b) Desde el barrio Diseminado.
c) Desde la factoría Villosa (Hoy Guardián Llodio).
d) Desde un caserío del monte Larraño.
Sobre
este asunto (la observación desde diferentes puntos del pueblo) hay que
hacer varias aclaraciones. El apartado d) hay que descartarlo. Como ya
se señala en la misma noticia de La Gaceta del Norte, el
matrimonio Arza Llevaba más de dos semanas viendo una luz extraña en el
cielo pero no vio el ovni de la noche del 14 de noviembre.
El
apartado c) también hay que descartarlo. El turno de noche de la
fábrica Villosa no vio el ovni de las 11:30 horas. Vieron otro ovni a
las 4:00 de la madrugada. En NORTE expres de Vitoria, del viernes 15 de noviembre de 1974 se puede leer: “...Algunos lo han visto por dos veces en cuatro horas y media. La primera de ellas, a las 11,30 de la noche...” y más adelante dice: “Más
tarde, a las cuatro de la madrugada, coincidiendo con el relevo de los
trabajadores del turno de noche de la empresa Villosa, estos entre
otros, volvieron a ver el mismo OVNI...”
Sólo nos quedan
los apartados a) y b). En a) únicamente se recoge el testimonio del
señor Arsenio Antón, que vio el desplazamiento vertiginoso del ovni. En
b) se recoge el testimonio del señor Luengo que, por cierto, no vio el
desplazamiento velocísimo del ovni.
El avistamiento desde las viviendas “Francisco Franco”
El
día 20 de abril de 1980 tuve una conversación telefónica con el señor
Arsenio Antón Pecharromán, de 40 años de edad, y este es un resumen de
la descripción que me hizo de su observación.
Desde la ventana de su domicilio, y hacia las 23:30 horas locales, observó lo siguiente: “Era como una luz brillante, pero la verdad es que casi no se le podía mirar. No se veía más que un foco de luz brillante que le mirabas y hacía mal a la vista, pero nada más.”
Cuando el testigo descubrió la luz, ésta se encontraba inmóvil sobre el
campo de fútbol, ubicado hacia el este. No emitía sonido y era de color
amarillento. Cree que estaba a unos 200 metros de altura y 500 de
distancia. “Estuvo un rato allí, luego se marchó de saliente a
poniente. Se marchó a una velocidad vertiginosa. Verlo desaparecer por
un lado y aparecer por el otro lado a una velocidad vertiginosa.”
La observación duró, en total, unos 15 minutos. El señor Antón, que
cree un poco en estas cosas, estaba bastante molesto porque había
aparecido su nombre en el periódico y algunos vecinos, después, se
mofaban de él.
El avistamiento desde el barrio Diseminado.
El testimonio de Juan María Luengo, de 20 años, lo tomamos de la noticia de prensa, ya que es muy aclaratorio:
“Yo lo vi hacia las 11,30 de la noche. Estaba sobre la fábrica Villosa o quizá un poco más allá, sobre la vertical de Larraño Grande (hacia el Este). No sabría exactamente...
Al
principio me pareció una estrella. Pero conforme caminaba hacia mi
casa, observé más atentamente aquel luminoso objeto y llegué a la
conclusión de que, desde luego, no podía tratarse de una estrella.
-¿Cómo era?
Circular.
Tendría unos 40 metros de diámetro y parecía inmovilizado. La luz que
desprendía era tan intensa que tenía que proteger mis ojos con la
mano...
Pero al cabo de unos minutos me lo tapó una de las edificaciones y entré en casa, sin comprender exactamente de que se trataba. Cuando a la mañana siguiente me dijeron que había sido un ovni me tiraba de los pelos por no haber permanecido más tiempo observándolo...”
Estado del cielo el 14 de noviembre de 1974
Estación:
Aeródromo de Vitoria, 18:00 horas (TU). Cielo casi cubierto de nubes.
7/8 de cúmulos y estratocúmulos y otra capa más alta de altocúmulos,
5/8. (Datos ofrecidos por el Centro Meteorológico del País Vasco).
La explicación del avistamiento
Como
podemos apreciar, los observadores no hablan de naves discoidales ni
ovnis con forma de plato boca abajo. Describen una luz brillante que al
principio les pareció una estrella. Por otra parte, hay una seria
discrepancia en cuanto al tamaño del ovni. Los testigos estaban viendo
lo mismo y, sin embargo, uno dice que tenía el tamaño de un coche y el
otro apunta que tendría unos 40 metros de diámetro. Cuando se está
viendo algo que no se sabe qué es ni a que distancia está ubicado,
resulta complicado precisar tamaños.
Como ya habrán podido intuir, el caso apunta hacia una confusión con astros brillantes.
Saturno visible hacia el este
A
las 23:30 horas (GMT+1) de esa noche y en la dirección donde
descubrieron inmóvil al ovni, estaba en el cielo el planeta Saturno.
Tenía un azimut de 259º (visible hacia el este), una altura sobre el
horizonte de 20º, una magnitud de –0.0 y brillando con su clásico color
blanco-amarillento. Como se puede ver en el mapa, el azimut de Saturno,
trazado desde las viviendas Francisco Franco (Oketa), pasa por encima
del campo de fútbol. Trazado desde el barrio Diseminado, pasa por
encima de la factoría Villosa (Guardián Llodio). El desplazamiento
instantáneo del ovni, por lo visto, sólo se observó desde F. Franco.
Probablemente se trató de una ilusión provocada por las nubes que había
en el cielo llodiano.
Azimut de Saturno (desde dos puntos diferentes) y Júpiter
Además
de Saturno también estaba en el firmamento, la citada noche, el planeta
Júpiter (brillando con su clásico color amarillento). A las 23:30 horas
locales tenía un azimut de 52º (visible hacia el suroeste), una altura
de 21º y –2.5 de magnitud.
Júpiter visible hacia el suroeste
Según el señor Antón, el ovni, que era visible hacia el este (donde estaba Saturno), se desplazó visto y no visto hasta el poniente
(donde estaba precisamente Júpiter). Las nubes, simultáneamente,
taparon a Saturno y dejaron ver a Júpiter por el otro lado creando la
ilusión de un desplazamiento instantáneo de la “extraña” luz.
Desaparece del saliente y aparece por el poniente. No es una cosa rara. Suele ocurrir en algunas ocasiones y engaña a personas no habituadas a los astros de la bóveda celeste.
En la próxima entrada seguiremos con lo que nos queda del caso de Llodio.